Todos
sabemos que, al igual que nuestra visión solo alcanza un determinado rango
visible, nuestro oído solo capta conscientemente un determinado rango audible
(normalmente, entre los 20KHz y los 20.000KHz, y varia a lo largo de la vida
humana)
En el
blog de Germán Sabogal nos encontramos con un artículo muy interesante sobre
Sonoridad y Psicoacústica.
Entender
los fundamentos técnicos del sonido ayudará a comprender los efectos positivos
de la musicoterapia.
Tono/Frecuencia
Aunque
entre los dos términos exista una muy estrecha relación, no se refieren al
mismo fenómeno.
El
tono es una magnitud subjetiva y se refiere a la altura o gravedad de un
sonido.
Sin
embargo, la frecuencia es una magnitud objetiva y mensurable referida a formas
de onda periódicas.
El
tono de un sonido aumenta con la frecuencia, pero no en la misma medida.
Con
la frecuencia lo que medimos es el número de vibraciones. Su unidad de medida
es el herzio (Hz).
Para
expresar una frecuencia lo hacemos refiriéndonos a vibraciones por segundo.
Así
un frecuencia de 1 Herzio es lo mismo que decir que el sonido tiene una
vibración por segundo (por cierto, un sonido de esta frecuencia sería imposible
de percibir por el oído humano).
Timbre
y Frecuencia Armónica
El
timbre es la cualidad gracias a la cual podemos diferenciar el sonido de un
piano de el de una flauta aunque estén interpretando la misma nota, es decir:
aunque dos instrumentos emitan un sonido con la misma frecuencia podemos
diferenciarlos gracias a su timbre característico.
Este
fenómeno es debido a que un sonido no esta formado sólo de una frecuencia, sino
por la suma de otras que son múltiplos de la fundamental.
Estas
otras frecuencias varían en intensidad y son llamadas armónicas.
La
proporción e intensidad de estos armónicos son diferentes en cada instrumento y
es por ello que podemos diferenciar sus sonidos.
Jean
Fourier demostró matemáticamente que toda función periódica no senoidal puede
ser descompuesta en una serie de funciones senoidales. Las senoidales carecen
de armónicos, por lo cual podemos considerarlas puras.
Este
modo de descomponer una señal es conocido como análisis de Fourier.
Si a
una señal se le van añadiendo armónicos, la forma de onda irá variando pero su
frecuencia fundamental permanecerá inalterada.
Por
lo tanto vemos que el timbre varía en razón de los armónicos mientras que la frecuencia
se mantiene.
Intensidad
y Sonoridad.
Frente
a las presiones sonoras el oído alcanza a soportar desde 2 * 10E-4 bar (umbral
auditivo) hasta los 200 bar (umbral del dolor).
Este
es un rango muy amplio, para hacernos una idea sólo hay que pensar que el
sonido de un rifle produce una presión sonora 100.000.000 de veces mayor que
una hoja seca que cae de un árbol.
La
intensidad es una magnitud física, por definición, es la energía sonora
transportada por unidad de tiempo y que atraviesa un área perpendicular a la
dirección de propagación.
Más
concretamente se refiere a la potencia acústica por unidad de superficie y se
expresa en W/cm2.
La
sensación subjetiva de la intensidad se define como “sonoridad” y depende de la
frecuencia, ancho de banda y duración del sonido.
La
música y la mejora de la calidad de vida de los que más lo necesitan.
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